MANUEL CABRE: Visión plástica y visión natural
El cuadro que todo caraqueño tiene frente a sus ojos, mirando desde la ventana o paseando por la calle, en cualquier momento, no es otro que el que le brinda la majestuosa imagen del Avila. Es un cuadro permanente y, sin embargo, cambiante en matices, colorido y luces, conforme pasan las horas del día. Basta un poco de sensibilidad e imaginación para que cada uno de nosotros pueda transformar esta imagen natural en la más bella y cautivante figura artística. Variaciones y pasajes de luz, sombras y reflejos hacen del Avila un espectáculo maravilloso.
Así también las obras de Manuel Cabré inspiradas en El Avila toman de éste su incesante variedad, presentándose a nuestros ojos bajo aspectos siempre renovados. Cada pintura de Cabré es una interpretación distinta, relativa y sustractiva del original que a diario topamos simplemente levantando nuestra mirada en dirección a la Cordillera.
Y del modo como Cabré divulga en sus lienzos la transfigurada belleza del Avila, así nuestra editorial ha querido hacer lo propio con respecto a la obra de nuestro gran paisajista: Un libro que proporcione al lector una impresión multiplicada, enriquecida y diversa de esta
monumental obra pictórica.
No hemos escatimado esfuerzo para que técnicamente el libro que se entrega aquí al lector alcance una fidelidad óptima, la más alta que está en condiciones de proporcionar nuestra pujante industria editorial.
El personal técnico que labora en nuestra empresa ha conjugado sus mejores esfuerzos a fin de brindar una calidad profesional que nos honra haber materializado en un libro que es también un homenaje a la pintura venezolana.
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